Cuando somos clientes contamos con una
susceptibilidad muy grande, ya que ponemos particular atención en la calidad en
el servicio y atención que se nos brinda, pero cuando estamos del otro lado ¿aplicamos
los mismos criterios?
Generalmente, se carece de empatía hacia los
clientes, ignoramos sus requerimientos y necesidades y nos limitamos a una
cuasi atención e igual servicio.
A lo largo de mi experiencia profesional he
ido adquiriendo un importante interés por la atención y el servicio ofrecido a
los clientes, tanto internos como externos. De igual manera he notado como
algunas empresas han puesto especial interés en los mismos aspectos, pues
anteriormente eso no parecía importar, ya que lo primordial era vender y no
importaba un cliente 100% satisfecho.
Sin embargo, aún hay falta de atención y una
baja calidad en el servicio en muchas empresas. A pesar de que las empresas
ponen empeño en capacitar a su personal en estos dos grandes factores, al
parecer la cultura de la calidad en atención y
servicio no está del todo arraigada entre los colaboradores.
Debemos tener presente que no se trata solo
de dar al cliente el producto y/o servicio que necesita, sino el cuándo, cómo y
dónde se lo damos. Debe ser en tiempo y forma, en los plazos y términos
establecidos, en el lugar señalado (en el local, sucursal, su domicilio o dónde
se haya acordado). El local y sus sucursales deben estar limpias y
presentables, con orden. El cómo es muy importante, pues la actitud determinará
el grado de satisfacción de nuestro cliente, aunque no siempre una buena atención
es suficiente, pues si el servicio no es el adecuado, equivale a una mala
atención.
El grado de satisfacción de nuestros clientes
debe ser medido constantemente, solo de esa forma podemos mejorar estos
aspectos. Debemos ser oportunos en el momento de evaluar el grado de satisfacción
del cliente y encontrar la forma de recibir respuestas objetivas de nuestros
clientes.
El servicio pos-venta tiene la misma
importancia que la atención al momento de entregar el producto y/o servicio.
Garantizar a nuestros clientes una excelencia
en atención y servicio traerá como consecuencia la lealtad de ellos y, muy
probablemente, recomendaciones. Lo contrario, de manera segura, garantiza una
muy mala recomendación.
Sensibilice y capacite a su personal en la
calidad en la atención y servicio, también es muy importante por dar a sus
colaboradores un trato como el que quiere que se dé a sus clientes. Tenga
siempre presente que no necesariamente los clientes son primero sino que
primero son sus colaboradores, ya que ellos son quienes se encargarán de
atender a sus clientes y son sus colaboradores quienes garantizarán que haya
calidad en la atención y el servicio que tendrá satisfechos a sus clientes
y gustosos por regresar.
LAE
Mauro Jesús Zárate García.
Ced.
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